En la región de salud número cuatro en Santa Rosa de Copán, una triste escena se desarrolla en un área de estacionamiento. Automóviles con placas nacionales y equipo de oficina se encuentran en un estado de deterioro avanzado o en riesgo inminente de robo de piezas. Sorprendentemente, algunos de estos vehículos son donaciones de gobiernos amigos, incluyendo Estados Unidos.
Maleza cubre algunos de los vehículos, y las ambulancias, que una vez atendieron emergencias en el Departamento, brillan por su ausencia. Este daño y desinterés burocrático se arrastra desde administraciones anteriores hasta la actual. Los criaderos de zancudos proliferan en los vehículos abandonados, y tanto funcionarios locales como nacionales de la Secretaría de Salud guardan silencio, mientras el perjuicio para el Estado se acumula.