A partir de la fecha los privados de libertad que se encuentren en vías de cumplir su condena, serán supervisados por las autoridades penitenciarias y policía militar en diversas actividades fuera de los centros penales. Esto es como parte de un programa de reinserción social, acciones apoyadas por algunos sectores sociales para que puedan cambiar de vida, sin embargo, es cuestionada por muchos.