La infraestructura hospitalaria de Honduras enfrenta una crisis grave, con seis hospitales nacionales operando por debajo de los estándares adecuados. A pesar del compromiso de ONPRODE de proporcionar 70 millones de euros para mejorar la situación, la falta de acción amenaza la salud pública del país.
Inicialmente destinados a construir tres hospitales fuera de la capital, Tegucigalpa busca redirigir estos fondos hacia su propio sistema hospitalario, una decisión que ONPRODE rechaza categóricamente. La urgencia es palpable en varios departamentos, donde hospitales existentes sufren inundaciones estacionales, como el caso del hospital de Roatán.
La necesidad de una solución inmediata es innegable para proteger la salud y el bienestar de la población hondureña.