El Instituto Penitenciario de Honduras (INP), otorgó un permiso para que el ataúd con el cuerpo del padre de un recluso ingresara un centro penitenciario del país.
Dejando como un gesto de compasión y humanidad, ante el reclusorio de Ocotepeque de la zona occidente, que abrió sus puertas para un conmovedor acto de despedida familiar.
Este noble acto, se realizó para que el reo pudiera dar el último adiós a su progenitor fallecido; asimismo, diez familiares también recibieron autorización para estar presentes en el velatorio.
El homenaje duró aproximadamente una hora, proporcionando un espacio de privacidad y respeto para que el doliente y sus seres queridos compartieran su dolor.
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En ese sentido, se busca empatizar con el dolor de los privados de libertad.
Esta acción es aplaudida por internautas. «Qué buena acción», «Todos merecen despedirse de sus padres», fueron algunos de los comentarios.