Sin duda, uno de los personajes más adorables de «Érase una vez en Hollywood», de Quentin Tarantino, es Trudi Fraser, la niña actriz «de método2 que protagoniza algunos momentos cumbre de la cinta junto a Rick Dalton, interpretado magistralmente por Leonardo DiCaprio.
Y al parecer, para el cineasta, el personaje encarnado por la joven Julia Butters, también es importante, pues profundizó en su historia en la novela que expande la película.
En su rol de escritor, el director aprovechó para incluir escenas que se quedaron fuera del montaje final, como una conversación telefónica a medianoche entre la joven estrella y Dalton, además de detallar su futuro.
En el libro, Tarantino cuenta que la carrera de Trudi fue mucho más allá de las cintas para televisión. De hecho, acabó convirtiéndose en una actriz exitosa y respetada, que nunca ganó un Oscar, pero fue nominada tres veces, recoge Cinemanía.
Según detalla el cineasta, su primera nominación le llegó en 1980, con diecinueve años y como actriz de reparto, por un papel a las órdenes de Robert Redford en «Gente corriente». En esa ocasión, el premio se lo quedó Mary Steenburgen por «Melvin y Howard».
La segunda vez que Trudi aspiró al trofeo, también como secundaria, fue por el truculento papel de la hermana Agnes en la cinta «Agnes de Dios» (Norman Jewison, 1985), un rol que corrió a cargo de Meg Tilly en la vida real. Trudi ganó un Globo de Oro, pero Anjelica Huston se llevó el Oscar por «El honor de los Prizzi».
La nominación más llamativa, eso sí, es la tercera, ya como actriz protagonista: Trudi la recibió en 1999, gracias a su trabajo en una película de Quentin Tarantino. En concreto, por el remake de «La dama de rojo» (Lewis Teague, 1978) que el cineasta dirigió en este universo. Según la novela, Trudi selució en el papel junto a su coprotagonista Michael Madsen, pero la Academia solo tuvo ojos para Hilary Swank por «Boys Don’t Cry».
Durante sus escenas en la novela, Tarantino demuestra su ternura hacia el personaje de Trudi, algo que queda patente en esta filmografía imaginaria. Pero lo que resulta más entrañable es la frase con la que el director concluye la sección en la que nos habla de sus nominaciones fallidas: «Rick siempre quiso que ella ganara».
Foto: Columbia Pictures.