Según los expertos, a medida que nos hacemos mayores, tanto nuestra libido como nuestra energía física tienden a disminuir. Por ello, cuantos más años tenemos más necesario es mantener una rutina de ejercicio fija y establecida con la que nos sintamos cómodos o cómodas, que además ayudará a mantener una buena vida sexual.
De hecho, un nuevo estudio publicado en The Journal of Sex Medicine, descubrió que las mujeres de más de 40 años pueden disfrutar mucho más del sexo, alargando y mejorando la calidad de sus orgasmos, gracias a la actividad física regular de 4 a 6 horas semanales, o de 35 a 50 minutos al día.
La investigación, realizada por un grupo de científicos de la Universidad de Florencia en Italia, encuestó a 322 mujeres que sobrepasaban los 40 años, haciéndoles preguntas sobre sus niveles de deseo sexual y frecuencia con la que solían entrenar. De forma adicional, se les sometió a ecografías para medir el flujo sanguíneo que les llegaba al clítoris, ya que este órgano está relacionado con la sensación de placer sexual femenina.
Al final del estudio, los investigadores comprobaron que efectivamente realizar ejercicio regular está relacionado con disfrutar más del sexo: hay una mejor función sexual reflejada en un mayor flujo sanguíneo al clítoris, lo que deriva en una mayor probabilidad de sentir orgasmos en las relaciones íntimas o una menor insatisfacción sexual. En concreto, las que realizaban entrenamientos de al menos 4 horas a la semana o de 35 a 50 minutos al día eran más propensas de experimentar los beneficios de una vida sexual satisfactoria, en contraste con aquellas que tan solo empleaban una hora o menos de ejercicio a la semana, las cuales tenían más posibilidades de sufrir algún tipo de disfunción sexual.
Pero cuidado con sobrepasarse con el ejercicio: «La actividad física extrema se asoció con puntuaciones significativamente peores en diversos parámetros psicosexuales (baja satisfacción sexual o histerismo), incluso más que en comparación con un estilo de vida sedentario», concluye el estudio. De ahí que las mujeres que pasaban muchas horas en el gimnasio reportaran una menor cantidad de orgasmos y una falta crónica de interés en el sexo.
Hay que tener en cuenta que el sexo efectivamente es una muy buena forma de practicar ejercicio. Cuando gozamos de una buena relación sexual, ejercitamos nuestro corazón y nuestros músculos, consiguiendo que la sangre fluya más y más rápido por todo el cuerpo, disminuyendo el estrés y generando un cansancio extra que nos ayudará a dormir mejor. Para los hombres, funciona como un «viagra natural», consiguiendo que aguanten más físicamente y disfruten más de la experiencia.
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