Hacer ejercicio y seguir una dieta equilibrada es la mejor manera de perder peso, pero hay algunos trucos extra que pueden ser muy útiles. Por ejemplo, tener cinco comidas al día o beber un vaso de agua un rato antes de comer puede ser útil para no llegar con excesivo hambre y comer de forma ansiosa, subir escaleras en lugar de coger el ascensor o bailar mientras hacemos las tareas de la casa seguro que también ayuda, pero ¿qué pasa con el tiempo en el que no hacemos ninguna actividad, como mientras dormimos?
Hay algunos trucos que podemos poner en práctica para seguir adelgazando incluso en ese tiempo de inactividad. De hecho, aunque estemos en los brazos de Morfeo y no seamos conscientes, nuestro cuerpo sigue en marcha, quemando algunas calorías extra con la "sencilla" tarea de mantenernos con vida. Evidentemente lo que podemos adelgazar mientras dormimos no deja de ser anecdótico, no te vas a levantar pensando varios kilos menos de la noche a la mañana, pero nunca está de más.
Puede que esto lo hayas estado haciendo mal toda tu vida, si quieres perder peso mientras duermes debes hacerlo en completa oscuridad. Hacerlo de esta forma favorece la formación de melatonina, al liberarse nos hace sentirnos relajados, induciéndonos al sueño.
También puede favorecer la quema de calorías. Por eso es recomendable dormir con las persianas completamente cerradas, en una habitación oscura, así como hacerlo en un ambiente limpio y ordenado, buscando dormir de forma placentera e ininterrumpida para que nuestro cuerpo descanse mejor, publica Vanitatis. Conseguir esta oscuridad no es lo único que podemos hacer, evitar aparatos eléctricos poco antes de acostarnos puede ser una gran ayuda.
Se ha demostrado que la luz azul de onda corta que emiten teléfonos y tablets interrumpe la producción de melatonina, por lo que estaremos evitando quemar unas cuantas calorías extra. Despídete del celular y la televisión una media hora antes de irte a dormir. Puede ser un buen momento para recuperar la estupenda costumbre de leer un poco antes de irnos a la cama.
Si quieres perder peso mientras duermes, regula el termostato. Según distintos estudios, la temperatura óptima para dormir bien está entre 15 y 19 grados y te ayuda a perder peso porque el organismo quema grasa para mantener nuestra temperatura corporal. Además tendrás un sueño más reparador. No dormir lo suficiente puede hacerte ganar peso, lo ideal es que sean entre 7 y 8 horas. Se ha demostrado que las personas que duermen las horas adecuadas tienen un gasto energético en reposo mayor que aquellos que duermen poco. Ahora está en tus manos. Foto: Shutterstock.