Un día, Meghan Budden fue a darle de comer a su hijo cuando se dio cuenta de algo que la sorprendió y asustó. Su bebé tenía unos extraños puntos negros alrededor de la nariz. Cuando se acercó para mirarle mejor, descubrió que todo su orificio nasal estaba negro. Incluso después de limpiar su nariz, aún le quedaron pequeñas motas. Ahí fue cuando Meghan se dio cuenta de lo que podría ser la razón de este raro caso.
El día anterior, ella había encendido dos grandes velas perfumadas mientras se dedicaba a realizar sus tareas diarias. Aunque sabía que éstas son peligrosas si las dejas encendidas mucho tiempo, no dudó en encenderlas ya que iba a estar controlándolas. En total, Meghan quemó las velas durante 6 o 7 horas.
Después de buscar por Internet. ella descubrió que las velas perfumadas eran extremadamente peligrosas. Sólo se deben mantener encendidas durante un máximo de 3 horas. Las manchas en la nariz del bebé eran tizne, proveniente del humo de la vela. Si Meghan y su hijo ahora están bien es porque fueron muy afortunados.
Quemar estas velas durante largo tiempo es un riesgo para la salud, algo muy peligroso que la gente debe saber.
¡Comparte la experiencia de Meghan y haz saber a la gente que quieres, los peligros que esto conlleva!