Tegucigalpa, Honduras
La exprimera dama, Rosa Elena Bonilla, llegó la tarde de ayer jueves totalmente destrozada al velatorio de su hijo, Said Omar Lobo, asesinado la madrugada del jueves, junto a otros tres jóvenes.
Bonilla llegó escoltada por la Policía Nacional debido a que se le tramitó un permiso.
Rodeada con seguridad policial, la exprimera dama entró a la funeraria en la colonia Alameda y de inmediato se fue al féretro de su hijo, en donde lamentó el no estar con él, en los momentos que más la necesitó.