Holly Madison, quien fuera una de las tres más reconocidas novias de Hugh Hefner, se sinceró sobre una serie de horribles detalles sobre la intimidad que compartió con el fundador de la revista Playboy.
La exconejita narró en el podcast «Call Her Daddy» cómo era la sórdida vida dentro de la Mansión Playboy, la casa del magnate fundador de la famosa revista para varones.
Madison, que fue una de las tres protagonistas originales del reality «Girls Next Door», junto a Bridget Marquardt y Kendra Wilkinson, anteriormente ya había compartido detalles sobre lo que ocurría en la mansión en el libro «Down the Rabbit Hole: Curious Adventures and Cautionary Tales of a Former Playboy Bunny», pero ahora fue aún más lejos al punto de hablar de la tortuosa vida sexual que tuvo con el magnate.
Madison acabó en la mansión porque estaba en un momento de crisis en el que no encontraba trabajo ni sustento en Hollywood y algunas de las chicas que ya vivían en la casa, a las que conoció, la invitaron a pasar unos días allí, consigna 20 Minutos.
En su primera noche de fiesta, según contó Madison, Hefner le ofreció Quaaludes, una droga médica a las que se refirió como «abridora de muslos». Aunque Holly la rechazó aquella vez, dijo que vio al magnate «repartirla durante años».
«Estaba en una situación desesperada y ya había pensado que vivir en la mansión sería una solución a mis problemas», explicó Madison. «Creo que sentí que si me iba esa noche y nunca regresaba, me sentiría realmente usada y realmente masticada y escupida», agregó. Esto porque acabó pasando por el «rito» de tener sexo con Hefner en la primera noche que durmió en la casa: «Nunca le pidieron a nadie que se mudara a la mansión a menos que durmiera con él», explicó.
Hefner nunca «complacía» a las mujeres y principalmente «se acostaba boca arriba mientras ellas hacían la mayor parte del trabajo», detalló la modelo de 41 años.
Holly dijo que se enamoró de cosas que ahora sabe que «son súper clichés de los peluqueros», como si él le dijera que ella era «realmente especial».
Esa falsa sensación se acrecentó cuando la por entonces «novia principal» de Hefner se fue de la casa y ella acabó ocupando ese puesto honorífico, algo que le trajo problemas con las otras chicas, unas seis, que vivían por aquel entonces allí.
«Fue realmente despiadado, nadie se llevaba bien, todos intentaban delatar al otro», explicó. «Todas se volvieron contra mí no mucho después porque Hef se dio cuenta de que podía usar mi buen comportamiento como comparación con las otras chicas. ¿Por qué no puedes comportarte como lo hace Holly? Entonces me odiaron. Ellas decían, saquemos a esta perra de aquí», dijo dolida la exconejita.
«Imagina tener sexo con alguien en una habitación llena de mujeres que te odian y que todas hablan pestes de ti», fue otro de los comentarios que lanzó la rubia.
Madison definió su estancia en la mansión como «una especie de Síndrome de Estocolmo en el que sentí que me identificaba con él y comencé en mi mente a culpar de todos los demás problemas a las otras mujeres».
Madison y Hef comenzaron a hablar sobre tener hijos, algo que no llegó a suceder «gracias a Dios», según dijo la exconejita, que afirmó que tenía pensamientos suicidas a veces en la mansión y que le administraron antidepresivos por lo que con el paso del tiempo notó que comenzó a tartamudear y que su «cerebro iba más lento».
La modelo dejó la mansión cuando empezó a salir con Criss Angel. «Cuando dejé la mansión, fui absorbida por otra relación que fue realmente mala», se lamentó Holly.
Hefner murió en 2019 a los 91 años; pocos años antes había publicado un libro de memorias en el que acusaba a mujeres como Madison de «reescribir la historia en un intento por mantenerse en el centro de atención».
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