Es un privilegio trabajar con un jefe que sea considerado con sus empleados y que se preocupe primero de los recursos humanos antes de las utilidades de la empresa.
Lamentablemente no todos tienen esa suerte y más de alguno ha querido mandar al demonio a sus jefes. Es lo que hizo Julie Cousin, una empleada de limpieza que por más de tres décadas trabajó en el banco HSBC y debió soportar los malos tratos de su jefa.
En su último día de trabajo, luego de jubilar, Julie le dejó una carta a su jefa donde le dice unas cuantas verdades. «En un mundo en el que puedes ser de todo: sé amable», dice parte de la carta.
«Dejé el trabajo Julie (refiriéndose a la exjefa) después de la forma en que me reprendiste en la oficina. Fuiste agresiva y cruel, pero eso es un reflejo de tu persona, no de la mía», le dice en la carta.
En la misiva también le habla a sus compañeras de trabajo y a quien la reemplazará en las labores. «Hola chicas, mañana limpiaré por última vez para HSBC. ¡He preparado un balde con los materiales de limpieza para el próximo personal de limpieza, quien quiera que sea!».
«En el futuro, por favor, recuerden todas: En un mundo en el que pueden ser cualquier cosa, sean amables. Porque no son mejores que el personal de limpieza», cierra Julie.
La carta fue publicada en las redes sociales por su hijo Joe, quien destacó la calidad humana de su madre, sin ocultar su orgullo.
«Es por esto que amo a mi mamá. Ella ha estado limpiando bancos durante 35 años y hoy salió con esta linda nota dejada para esa horrible gerente. Feliz jubilación, mamá, siempre ríe última», escribió.
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