Este tipo de situaciones visibiliza que la clase política hondureña debe realizar una depuración profunda entre sus círculos.
El paso del tiempo ha demostrado que la corrupción continúa flagelando al país, incluso desde las instituciones administradoras de justica.
Además, podrían ser investigados por otras causas y ser penados, si se descubre que ocultaron información relacionada con las acciones de funcionarios involucrados en el narcotráfico.
Esto ha desencadenado una serie de cuestionamientos por los políticos hondureños donde reconocen su postura, sin embargo, aseguran la corrupción atraviesa por diferentes fases.
Aseguran que todo parece ser que los partidos políticos siguen repitiendo los mismos vicios y continúan dándole apertura a los financiamientos ilícitos.
Esta situación no se ha visto en la actual, donde cada institución, hasta la actualidad, ha cumplido con la rendición de cuentas.
La Unidad de Política Limpia es la encargada de investigar el financiamiento de las campañas electorales, pero carece de herramientas para ser independiente y autónoma.
Solicitan que Ministerio Público debe abrir líneas de investigación en Honduras a fin de cambiar la imagen del país.
Colectivos de derechos humanos resalta que son los mecanismos internacionales los que han ayudado a detener la corrupción en el país.
Una afirmación que pone en duda los expertos, asegurando que, desde su nombramiento, la desconfianza prevalece.