La violencia familiar mantiene en alerta a Honduras con tres nuevas capturas en Tegucigalpa, San Pedro Sula y Villanueva, incluyendo el caso de una madre adolescente de 16 años.
Las autoridades reportan 608 denuncias solo en los primeros dos meses de 2024, continuando una preocupante tendencia que el año pasado acumuló 4,608 casos.
Psicólogos y organizaciones civiles advierten que estas cifras reflejan una normalización de la violencia en los hogares hondureños, mientras la PN intensifica operativos preventivos.