Duras realidades atraviesan migrantes venezolanos, quienes mantienen la esperanza de mejoras en su país de origen. Mientras tanto, sobreviven en Honduras, vendiendo dulces y durmiendo en la calle. De hecho, representan más del 40% de los indocumentados en el territorio. Ante el triunfo de Nicolas Maduro, es difícil que ellos regresen a su país de origen por la situación complicada.