Unos 140 periodistas hondureños están en proceso de solicitar asilo político en Estados Unidos, lo que refleja una crisis alarmante en la protección de la libertad de expresión en el país. Esta situación ha surgido como resultado del fracaso del mecanismo de protección implementado por el gobierno hondureño, que ha demostrado ser ineficaz para salvaguardar a los comunicadores de la creciente violencia y persecución a la que se enfrentan.