Cada año, el 28 de mayo, se conmemora el Día Mundial del Hambre, una fecha que nos invita a reflexionar sobre una de las problemáticas más graves y persistentes a nivel global: la inseguridad alimentaria. En el mundo, millones de personas aún sufren de hambre crónica, una situación que afecta especialmente a los más vulnerables, incluyendo niños, mujeres y ancianos. Este día nos recuerda la importancia de unir esfuerzos para erradicar el hambre, promoviendo la producción sostenible de alimentos, mejorando el acceso a recursos y garantizando la distribución equitativa.