La procrastinación va más allá de simple pereza; frecuentemente refleja miedos profundos al fracaso o al juicio ajeno.
Psicólogos explican que postergar tareas importantes surge como mecanismo de defensa contra posibles decepciones. El antÃdoto es la acción constante: comenzar hoy mismo, aunque sea con pequeños pasos, ayuda a romper ese cÃrculo vicioso.
La clave está en desarrollar mayor autoconfianza y entender que el perfeccionismo suele ser enemigo de la productividad real.