A pesar de la pandemia y de todas las crisis la bella ciudad de San Pedro Sula se viste de rosa, es ese comienzo de primavera en el hemisferio norte que deja sus remanentes en nuestro país.
Sin bien es cierto no tenemos estaciones marcadas puesto que estamos dentro del trópico, donde solo tenemos invierno y verano. Los sampedranos tienen uno de los mejores regalos entre febrero y marzo se trata del florecimiento de las Tabebuia rosea, el nombre científico de los que conocemos como macuelizos.
Cada avenida de San Pedro Sula es cómplice de la fiebre rosa, la alegría de las caminatas por la mañana se acompañan con el amistoso paisaje, un baño refrescante para la salud mental y ojos.
En Honduras el macuelizo es muy popular en Santa Bárbara, San Pedro Sula y también en Comayagüela. En el pasado el verano era visitado siempre con el rosa muy peculiar, calles y avenidas pavimentadas del caer de las flores.
El macuelizo marca el inicio de la Cuaresma un tiempo importante para los feligreses católicos. Cada árbol puede medir hasta 30 metros de altura.
En el oriente del país también florecen pero son más notorios los amarillos brillantes en esta zona de Honduras.