A pocos días de las elecciones internas, algunos precandidatos a la presidencia han expresado su rechazo al cargo que ejerce Rixi Moncada como ministra de Defensa, argumentando que su función no es constitucional ni moral.
La polémica se centra en la influencia que este puesto podría tener en un proceso electoral que demanda transparencia y equidad.
Las críticas resaltan la necesidad de garantizar la imparcialidad de las instituciones durante este periodo clave para la democracia del país.