Las puertas de la Capilla Sixtina se cerraron herméticamente este lunes marcando el inicio formal del cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco.
Los 133 cardenales electores, tras participar en una misa solemne, juraron guardar absoluto secreto sobre las deliberaciones que ahora comienzan.
Este ritual, que data del siglo XIII, mantiene su esencia de solemnidad y misterio, donde los purpurados votarán hasta cuatro veces por dÃa hasta alcanzar los dos tercios necesarios. El mundo católico espera ansioso el humo blanco que anunciará «Habemus Papam».