Comer dos kiwis una hora antes de dormir puede mejorar significativamente la calidad del sueño, según un estudio de la Universidad de Columbia.
Los participantes que consumieron esta fruta se durmieron un 42% más rápido y experimentaron menos interrupciones nocturnas. El kiwi, rico en serotonina (que regula el ciclo del sueño) y vitamina C, se posiciona asà como un aliado natural contra el insomnio.
Este hallazgo ofrece una solución accesible para quienes buscan descansar mejor sin recurrir a medicamentos.