En los últimos años de The Beatles, antes de su separación oficial en 1970, las rencillas y diferencias entre sus integrantes eran evidentes. Sus últimos discos fueron realizados más por compromisos contractuales que por amor a la música.
Aunque las diferencias entre Paul McCartney y John Lennon se mantuvieron por años, el zurdo reconoció en septiembre pasado que fue un «afortunado» por conocer a John Lennon.
«Miro ahora atrás como si fuera un fan», admitió McCartney al recordar su primer encuentro con Lennon en Liverpool. Pero su cariño y conexión no fue solo con el compositor de «Give Peace a Chance».
El bajista de 78 años también recuerda con mucho cariño a George Harrison, quien falleció en noviembre de 2001 producto de un cáncer de pulmón. Incluso afirma que hasta el día de hoy se «comunica» con su querido amigo, gracias a un árbol que le regaló el autor de «While My Guitar Gently Weeps».
«George estaba muy interesado en la horticultura, era un jardinero muy bueno. Me dio el árbol como regalo», señala McCartney en una entrevista con NPR.
El árbol se lo regaló como antes de fallecer en la villa que McCartney tenía en Hollywood Hills, Los Angeles. «Cuando salía de mi casa, salí del auto, cerré la puerta, miré hacia el árbol y dije: ‘Hola, George'», aseguró el británico.
El músico dice que a medida que pasan los años, cada vez lo mira y dice «Ese es el árbol que me dio George. George ha entrado en ese árbol por mí. Espero que esté feliz con eso».
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