Más de 52.000 refugiados palestinos se vieron obligados a abandonar sus hogares como resultado de los ataques aéreos de Israel sobre la Franja Gaza.
Así lo informó la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que advirtió la necesidad de un corredor humanitario por el peligro de enfermedades por el hacinamiento de los miles de desplazados.
Hasta el momento 132 edificios fueron destruidos y 316 resultaron gravemente dañados según Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA). Por su parte, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu aseguró que los ataques continuarán, según informa France24.
Entre la infraestructura afectada en Gaza se encuentran seis hospitales, nueve centros de atención y una planta purificadora que afectó el acceso al agua a unas 250.000 persona. Laerke afirmó que la ONU y sus aliados están listos para dar asistencia humanitaria en cuanto la seguridad lo permita.
Amnistía Internacional indicó que los ataques contra estructuras residenciales «pueden constituir crímenes de guerra», los que se vienen reportando desde que explotó el conflicto el 10 de mayo.
«Las fuerzas israelíes han mostrado indiferencia por la vida de los civiles palestinos al llevar a cabo una serie de ataques aéreos contra edificios residenciales que en algunos casos han matado a familias enteras, incluidos niños, y han causado destrucción sin sentido a la propiedad civil, en ataques que pueden constituir crímenes de guerra. o crímenes de lesa humanidad «, expresó la organización en un comunicado.
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