En Marcala, La Paz, un menor de apenas 4 años fue asesinado de un disparo en la cabeza y su padre manifiesta que era víctima de constantes amenazas.
El niño se encontraba jugando en el patio de su casa cuando ocurrió el violento hecho. Pese a que fue trasladado a Tegucigalpa para brindarle soporte vital, su deceso fue inminente.
El padre de la víctima señaló que fue blanco de amenazas al punto de presentar una denuncia ante las autoridades.