La polémica sobre el fin de la tutela de Britney Spears parece no acabarse. Ahora fue la madre de la cantante quien se pronunció al respecto, manifestando que no está realmente convencida de que sea lo mejor para su hija.
Lynne Spears, que ha sido continuamente señalada como una de las responsables de los males de la artista, explicó que a ella se le quedará un sabor agridulce si finalmente la jueza Brenda J. Penny decreta que Britney no necesita supervisión alguna y puede ser totalmente responsable tanto de su vida como de sus finanzas.
«Tengo sentimientos encontrados sobre todo esto. No sé muy bien qué pensar. Supone mucho dolor y mucha preocupación», afirmó la madre de la artista en una conversación con los periodistas Ronan Farrow y Jia Tolentino, que son quienes están llevando una investigación sobre el caso para The New Yorker.
Los reporteros detallan en el reportaje que al contactar a Lynne vía telefónica esta les advirtió de que terminaría tajantemente la llamada si algún miembro de la familia entraba en la habitación y descubría que estaba hablando con ellos.
Asimismo, explican que la mujer se negó a responder preguntas que no fueran sobre ella, no contestando ninguna de las cuestiones sobre el caso que involucra a su hija. Por ello sus declaraciones son tan cortas. Sin embargo, desde el citado medio consiguió hablar con una amiga muy cercana a la familia, Jacqueline Butcher, que desempolvó ciertos recuerdos que no dejan en buen lugar al círculo cercano de la cantante, recoge 20 Minutos.
Butcher explica que, tras el comienzo de la tutela hace 13 años, el padre de Britney, James Spears, llegó a insultar a su hija, tildándola de «gorda». «Jamie dijo: ‘Cariño…’, y yo pensé que le iba a decir ‘Te queremos, pero necesitas ayuda’. Y sin embargo lo que dijo fue: ‘… Estás gorda. Te voy a poner a dieta. Te conseguiré un entrenador y volverás a estar en forma'», recordó.
Además, rememora que cuando Britney participó en «How I Met Your Mother», lo que tenía que suponer un regreso, en lugar de animarla, su padre se volvió una pesadilla para su hija: «Él le gritaba de todo a la cara, hasta la saliva le salía volando, y le decía que era una puta y una madre horrible».
Según su versión, Jamie le decía a la cantante que solo le dejaría ver a sus hijos si obedecía sus órdenes, algo a lo que accedía Lynne Spears: «Ella era todo el rato como: ‘Obedece a papá y te dejarán salir'». Según Butcher, Lynne aceptó la tutela en un principio porque pensó que sería cuestión de meses y que prefería que fuera el padre, dado que así la relación entre su Britney y James se vería resentida, pero no al contrario.
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