Tegucigalpa, Honduras (EFE)
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, recibió este miércoles a Hugo Llorens, quien fue el embajador de Estados Unidos durante el golpe del 28 de junio de 2009 al entonces mandatario hondureño, Manuel Zelaya.
«El embajador Llorens ha tenido una visita de cortesía y un reencuentro con la presidenta Castro, saludó también al expresidente Zelaya (esposo de Castro) y hemos tenido un intercambio muy interesante», dijo a los periodistas el canciller hondureño, Eduardo Enrique Reina, en la Casa Presidencial, en Tegucigalpa.
Agregó que Castro y Llorens hablaron «sobre la situación del país, la situación institucional» y que la visita ha servido para «un reencuentro de amistad y de una magnífica relación que existe con un embajador que le tocó vivir (…) épocas muy críticas».
Reina subrayó que Llorens mantuvo siempre «una relación muy profesional y de muy alto nivel», tanto durante el mandato de Zelaya, como ahora con la presidenta Castro, y que fue embajador «en un momento de crisis y muy duro para la democracia y la vida institucional de Honduras».
HONDURAS PUEDE SER UN GRAN SOCIO DE EE.UU., DICE LLORENS
Llorens, quien trabajó 36 años en el servicio exterior de su país y ahora es un consultor, dijo que el Gobierno de Xiomara Castro «tiene un desafío muy grande» y que «la situación de Honduras es complicada» por la «inflación mundial y otros problemas como las «maras» (pandillas), el narcotráfico y otros económicos y sociales.
Llorens resaltó además que personalmente cree que «el Gobierno de la presidenta Castro puede ser un gran socio de Estados Unidos» en temas que son importantes como la inmigración, el tráfico de drogas y la lucha contra la corrupción, después de pasar «un período donde realmente el problema de la corrupción y el Estado de derecho habían casi colapsado en Honduras».
Dijo que Honduras quedó dañada por los acontecimientos del 28 de junio de 2009, que el golpe de Estado fue «muy fuerte» y que desde entonces el país centroamericano ha estado tratando de recuperarse.
«Yo diría que la situación de hoy en día es mucho más complicada», por «el ambiente regional, el ambiente global, las tensiones que existen en el mundo (…) y el problema de la inflación. Es un momento donde se requiere un nivel de liderazgo muy superior todavía a lo que yo enfrenté cuando era embajador», acotó.
En su opinión, ahora es el momento para que haya un diálogo entre EE.UU. y Honduras en el que los dos países se escuchen «muy claro».
El canciller hondureño reiteró que Llorens vino a Tegucigalpa en «una visita de cortesía» y que hubo «una conversación de amistad».
«No hay otro propósito más que la visita del embajador Llorens a Honduras. Lo habíamos invitado para la toma de posesión -de Castro, el 27 de enero-, pero no pudo llegar en aquel momento por circunstancias de trabajo que él tenía», agregó.
ACERCAMIENTO CON DEMÓCRATAS Y REPUBLICANOS EN EE.UU.
Horas antes de la reunión entre Castro y Llorens, Manuel Zelaya dijo que «la presidenta ha ordenado que Hugo Llorens trabaje con el Gobierno -hondureño- en Washington para hacer acercamientos con los demócratas, con los republicanos, en el Congreso, en el Senado y con muchas organizaciones de la sociedad norteamericana».
Añadió que los Estados Unidos conocen «la crisis» y por eso «se llevaron al expresidente (Hernández) amarrado y con acusaciones de narcotráfico», en abril pasado.
«Entonces, ellos saben perfectamente la situación crítica en que Xiomara recibió» el país, expresó Zelaya. EFE