El Allianz Arena de Munich, se convirtió en el escenario perfecto para la consagración del París Saint-Germain Football Club (PSG), como campeón de la Champions League.
Achraf Hakimi, Khvicha Kvaratskhelia, Senny Mayulu y Désiré Doué, fueron los responsables del 5-0 con los que el PSG aplastó al Inter de Milán.
Una campaña formidable, con nota de perfección, solo pudo ser posible a las bases que logró construir Luis Enrique, el DT español que asumió el mando de los parisinos y cuyo primer reto fue afrontar la salida de Kylian Mbappé.
En su momento, el técnico asturiano aseguró que lograría controlar todo el juego del equipo con la salida de Kylian Mbappé, pues era una figura que generaba desgaste a todo el colectivo.
Pasaron los meses y los resultados, finalmente Luis Enrique, en clase magistral, demostró que el fútbol no es de individualidades sino de equipo.