Mosha y Motola son dos elefantes que por un conflicto armado perdieron una de sus patas. Gracias a la ciencia tienen una nueva vida.
Hace muchos años, debido a una guerra civil entre rebeldes y el ejército civil, se pusieron explosivos en el terreno en la frontera entre Tailandia y Myanmar.
Dos elefantes, Mosha y Motola, perdieron sus patas por culpa de estas minas. Sin embargo, gracias al esfuerzo de científicos y veterinarios, hoy pueden caminar.
A Mosha (foto superior) le pusieron una pierna ortopédica gracias a la fundación Hospital Amigos de los Elefantes Asiáticos. Por otra parte, a Motola le ajustaron la suya.
Mosha tenía tan solo siete meses cuando pisó una mina terrestre en la frontera. Esto sucedió hace diez años.
La llevaron al hospital en la provincia de Lampanng, al norte de Tailandia.
Pasaron dos años para que el cirujano veterinario Therdchai Jivacate pudiera darle una pierna y con ello, una nueva vida.
Cuando iba creciendo fue necesario diseñarle prótesis nuevas y más fuertes.
?Mosha caminaba desbalanceada y su espina dorsal se estaba lastimando. Si no le diseñábamos un nueva podría haber muerto?, dijo el cirujano.
Mosha pesaba 600 kg la primera vez que le pusieron una prótesis, en estos momentos pesa más de 2000 kg.
La fundación hospital Amigos del Elefante Asiático es el primer hospital para estos animales y hoy en día tiene 17 pacientes.
Gracias a sus esfuerzos han salvado a decenas de animales. Si quieres colaborar con ellos solo debes ingresar en su sitio web y hacer una donación.