La carta que Meghan Markle escribió a su padre tres meses después de su boda para que dejara de hacerle daño, se ha convertido en protagonista de la demanda de la duquesa en contra de los medios británicos. La denuncia que interpuso la esposa del príncipe Harry al Mail on Sunday, tiene dos puntos que conciernen a la publicación de la carta en portada.
El primero, por violar su privacidad, al ser un documento confidencial que envió únicamente a su padre. El segundo, por infringir los derechos de propiedad intelectual, ya que eran palabras que habían salido de su cabeza. Pues bien, uno y otro argumento han sido puestos en cuestión por los abogados del grupo editorial.
De hecho, aportan un dato nuevo sobre esta carta que podría poner la balanza muy en contra de Meghan, al menos en uno de sus aspectos. Y es que parece que no salió al completo de la cabeza de Markle, sino que fue asesorada y ayudada por personal del palacio de Kensington: "Jason Knauf, quien fue secretario de comunicaciones del duque y la duquesa de Cambridge y el duque y la duquesa de Sussex, y/u otros miembros del equipo de comunicaciones del palacio de Kensington contribuyeron a la redacción de la carta.
Como resultado, la nota no fue una 'creación intelectual propia' de Meghan", se puede leer en documentos judiciales que se han hecho públicos recientemente. Esto, de verlo el juez así, anularía las pretensiones de Meghan concernientes a la propiedad intelectual que dice haberse violado, publica Vanitatis.
Por otro lado, también se ha cuestionado el hecho de que fuera un documento escrito única y exclusivamente para que lo leyera Thomas Markle. La defensa del Mail on Sunday sostiene que ella escribió la carta sabiendo que era muy probable que se hiciera pública, basándose en la inmaculada letra y la pulcritud de cada página. De hecho, también afirman que redactarla llevó varias semanas y que iba escribiendo notas en su teléfono, hasta que estuvo convencida del resultado final, momento en el que la transcribió a mano para enviársela.
Y no hay que olvidar, además, que nadie sabía de la existencia de la carta, sino que fueron las amigas de la exactriz quienes la mencionaron en su entrevista anónima a la revista People, afirmando que había sido una muestra de amor hacia su padre. El desmentido llegó en forma de portada, la que publicó el Mail on Sunday con extractos de la misma, intentando demostrar que era más reprobatoria que de amor filial.
Sea como sea, lo cierto es que aún quedan unos cuantos meses para saber qué decide el juez, ya que el inicio del juicio estaba previsto para el 11 de enero, pero la propia Meghan pidió retrasarlo "por razones confidenciales". Un retraso que ahora también Thomas Markle está intentando impugnar, alegando que está dispuesto a ir a Londres a testificar, pero que está muy enfermo y podría morir antes de que llegue el día. Foto: Shutterstock.