Temperaturas que bordean los 40 °C y la sensación térmica que supera los 45 grados afecta a los estudiantes, señala el docente Gilberto Benítez. El educador advierte que los cortes de electricidad y la falta de equipos que contrarresten los efectos del calor empeoran la situación en los centros educativos que a diario reportan niños deshidratados y desmayados por los golpes de calor que tienen que enfrentar.