Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el país registra más de un 40% de pobreza extrema, lo que representa una disminución en comparación con el año anterior; sin embargo, economistas señalan que, aunque las cifras muestran una mejora, la situación sigue siendo alarmante porque millones de personas aún carecen de acceso a necesidades básicas.
Este panorama, que afecta principalmente a las regiones más vulnerables, pone en evidencia las limitaciones de las políticas implementadas para reducir la desigualdad.
A pesar de los esfuerzos reportados, los expertos advierten que el crecimiento económico no se traduce de forma equitativa en bienestar para la población.