Estudios científicos señalan que las mujeres producen un 200% más de oxitocina que los hombres, hormona vinculada al apego emocional y las relaciones afectivas.
Esta diferencia hormonal explicaría por qué las mujeres tienden a crear vínculos más profundos, mientras que los hombres muestran menor inclinación biológica hacia la dependencia emocional.
Estas variaciones reflejan cómo la biología influye en la capacidad de amar y complementarse entre géneros.