En el DÃa Mundial contra el Trabajo Infantil, Honduras enfrenta una cruda realidad: más de un millón de niños entre 5 y 17 años son obligados a trabajar en lugar de asistir a la escuela.
Según organizaciones defensoras de la niñez, muchos de estos menores laboran en condiciones peligrosas, vulnerando su derecho a un desarrollo integral.
Aunque la ley establece que deben estar en aulas de clase, la pobreza y la falta de oportunidades los relegan al trabajo forzado.