Los conflictos familiares suelen escalar rápidamente por problemas como herencias, envidia o interferencia de parientes.Â
Cuando el patriarca o matriarca fallece, las disputas por terrenos o bienes se vuelven comunes, generando divisiones profundas.Â
El chisme entre tÃas o primos agrava la situación, creando malentendidos que podrÃan evitarse con diálogo.