Para mantener las fajas en buen estado y evitar que se deterioren, es importante almacenarlas correctamente.
En lugar de colgarlas en un clavito, una opción práctica es enrollarlas cuidadosamente hasta formar una especie de «donita», lo que ayuda a conservar su forma y evita el desgaste de la hebilla y el cuero.
¡Preste atención a la explicación de Woldie y cuide sus fajas en casa!