Cada año la industria de bebidas (gaseosas, licores, agua y cerveza) reciben un incremento de impuesto según el índice de inflación, el cual se indexa al impuesto de producción y consumo.
Tegucigalpa, 3 de mayo 2021. Un ajuste incremental del 4.01% al impuesto de producción y consumo de bebidas, entró en vigencia el 2 de mayo. La nueva estructura tributaria fue publicada en el diario oficial La Gaceta, con fecha 1 de marzo de 2021 para entrar en vigor una vez transcurridos dos meses contados a partir del día siguiente hábil de la fecha de su publicación
Con base a la Ley de Fortalecimiento de los Ingresos, Equidad Social y Racionalización del Gasto Público (decreto 17-2010), cada año la industria del tabaco y de bebidas (gaseosas, licores, agua y cerveza) reciben un incremento de impuesto según el índice de inflación, el cual se indexa al impuesto de producción y consumo.
La tasa de variación interanual del IPC a diciembre de 2020 se ubicó en 4.01% según datos del Banco Central de Honduras. Por lo anterior, la Secretaría de Finanzas, mediante acuerdo 199-2021, ordenó que para este año el ajuste al impuesto de la cerveza será de 4.01 por ciento. Lo anterior representa un aporte tributario de más de 1,300 millones de lempiras de la industria cervecera, sin incluir otros pagos tributarios que la industria realiza.
En bebidas de mayor contenido alcohólico como el ron y el whisky, el alza será de casi un lempira. En el caso de las gaseosas o agua mineral, el alza será de 0.03 centavos por litro producido, mientras la cerveza su alza representa 0.23 centavos por litro.
En el país las bebidas ilegales o de contrabando generan un impacto muy negativo a la economía nacional, ya que el Estado no percibe ningún ingreso fiscal por su producción, distribución y consumo.
Estas bebidas ilegales o adulteradas son extremadamente peligrosas, su precio es en promedio 25% más bajo que los productos legales que si declaran sus impuestos.
En octubre de 2020, al menos 21 personas murieron en la comunidad de Los Caraos, Choloma, Cortés, por el consumo de alcohol adulterado tipo industrial, el cual es usado para la fabricación de pinturas y diluyentes, entre otros productos.
El contrabando de etanol es el principal problema para combatir ya que impulsa la fabricación de alcohol adulterado. Se estima que el 17% del mercado de bebidas alcohólicas en el país es ilegal, es decir, fabricado sin controles sanitarios ni fiscales.