En 1938 se finaliza la construcción del que sería el nuevo edificio donde se ubicaría la municipalidad del recientemente unificado Distrito Central, luego que se hubiera demolido en 1937 el viejo Cabildo Municipal de Tegucigalpa.
El edificio del Palacio Municipal fue diseñado por el arquitecto italiano Augusto Bressani quien en ese momento es el arquitecto de moda en la capital hondureña, reflejando en sus obras el estilo de la época y dejando varios edificios que hoy forman parte de los edificios históricos capitalinos. Intervino en su decoración interior el artista hondureño Juan Ramón Moncada.
De fachada neo-clásica, el edificio declarado bien histórico y construido de piedra local consta de una planta rectangular en tres niveles y entre varios detalles arquitectónicos cuenta con un zócalo en su primer nivel, 3 balcones en su fachada y un campanario.
La estructura ya no ejerce funciones burocráticas. Aunque todavía alberga las oficinas del alcalde, una pequeña biblioteca y un salón para eventos protocolarios.