Según las críticas, el presupuesto prevé un incremento superior al 5%, mientras que se proyecta un crecimiento económico del 4%. Esta discrepancia ha generado inquietud sobre la viabilidad y la adecuación del presupuesto para enfrentar los desafíos económicos futuros. Los empresarios advierten que una planificación desalineada podría afectar la estabilidad financiera y el desarrollo económico del país.