René Alfaro, gerente administrativo de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), señaló que la ola de calor que azota Honduras es consecuencia de similares efectos a nivel mundial que están «poniendo en riesgo la generación, la transformación y distribución de energía». Las temperaturas extremas recalientan generadores y centros de alto voltaje haciendo que los sistemas colapsen y detonen los apagones.