En un acto tan solemne como el de las graduaciones, los padres suelen acompañar a sus hijos a recibir el título que los acredita como profesionales universitarios, no recibirlo por ellos, excepto en contadas ocasiones donde la partida de este mundo sucede antes de tiempo, como ocurrió con Eduardo Enrique Montoya Mejía.
El egresado de Arquitectura perdió la vida sin haberse puesto su toga y birrete para asistir a la ceremonia pública que se realizó este miércoles 27 de septiembre en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y haber plasmado ese feliz momento en fotografías para los recuerdos familiares.
A diferencia de los demás graduandos, su asiento en la duela del Palacio Universitario de los Deportes permaneció vacío y al momento de ser pronunciado su nombre para certificarlo oficialmente como arquitecto, fueron sus progenitores quienes entre lágrimas y con un notable vacío en su corazón pasaron al frente, conscientes de que hoy tienen un diploma para colgar en la sala de su casa, pero no al protagonista del esfuerzo de años para obtenerlo.
Este joven promesa que destacó por la funcionalidad de sus diseños falleció el 2 de agosto del año 2021, a la edad de 26 años, debido a complicaciones respiratorias, y según el acuerdo de duelo emitido en su momento por el Departamento de Arquitectura, durante su vida estudiantil se caracterizó por ser una persona responsable y respetuosa con sus docentes y compañeros de quienes supo cosechar el cariño.
“Mi sentido pésame a su familia, Montoya fue un excelente amigo y compañero, y lo conocí por un corto período de tiempo, pero su huella perdurará”, fueron algunos de los comentarios en dicha publicación.
La solicitud de emisión de su título post mortem fue aprobada por el pleno del Consejo Universitario en la sesión ordinaria correspondiente al mes de abril del año en curso y su nombre ocupó el número 562 en la lista de graduandos y graduandas para la última graduación de 2023 en donde la Máxima Casa de Estudios entregó al país 1,548 nuevos profesionales.